jueves, 2 de junio de 2011


"No quiero ser esclava de mis pasiones, quiero sentirlas, vivirlas y recordarlas"


Nada es tan cierto como eso, y reconozco que sigo confundiendo día trás día ese sentimiento, con otros más románticos; por eso pienso y pienso, y convierto mi cerebro en un rompecabezas que va y viene sobre la misma idea estúpida que no abandono; porque las pasiones al no vivirlas ni sentirlas se mueren, ya que solo las recordamos o imaginamos como un amago de amor, que nunca ha sido real.

Es cierto el instinto de cazador; lo complicado es más atrayente, y por eso al puzzle que he creado siempre le falta la misma pieza que por muchas vueltas que le dé ha desaparecido, o más bien nunca ha existido, porque no vale el cavilar y cavilar sobre si mi pena es o no de desamor, porque en esta ocasión, aquí, no existen los cuentos de hadas porque nisiquiera los deseo.

Lo que deseo es dejar de ser esclava de mis pensamientos, y vivir, sentir y recordar la pasión irrefrenable que nos une en ciertos momentos, al fin y al cabo, no es obligatorio que todos los finales sean felices o infelices; lo importante y esencial es sentirte plena en cada momento, vivir la fuerza que me das con la intensidad y las ganas que siempre demostramos. No necesitamos ser Romeo y Julieta, ni tenemos que ser unos personajes dramáticos que no alcanzan nunca lo que anhelan. Ya lo hemos alcanzado. Ya he sentido tu piel, ya he aspirado tu olor, ya me he despertado entre tus brazos. La próxima vez que consiga no ser esclava de mis pensamientos o mis pasiones, podré vivirlas, sentirlas , y el recuerdo será imborrable.
Al fin y al cabo , la vida, no es más que un cúmulo de deseos y de hechos, y al desear nunca podemos equivocarnos.

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