jueves, 6 de mayo de 2010

FUTURO DE ASFALTO


Casi un año de mi última entrada, casi un año que hace que no paso por aquí nisiquiera para escuchar la canción que suena cada vez que abro mi otra constelación.

Me trae recuerdos volver por estos mundos ya que así se en que ocupaba mi tiempo hace tantos días. Con quien estaba, lo que pensaba, lo que sentía; y por eso a quien me lea me cuesta tanto poderle explicar ciertas cosas que ya en aquel momento recalcaba: el amor siempre presente y siempre ausente. Siempre creyendo que lo tenía y siempre sabiendo que nunca lo sentía.

Y no es que por mi vida no hubiera pasado gente interesante o que no hayan seguido pasando, si no que cuando uno puede comparar el como se siente en uno u otro momento, sabe que si hubiera una escala para medir los sentimientos, habría momentos realmente inexistentes.


Un año ya, y tantas cosas y tanta gente. Y tantos instantes que olvidar o recordar. Y a veces tantas y tantas ganas de seguir para adelante; y otras con tantas y tantas ansias de volver para atrás y no esperar más.


Todas las veces que he pensado en el futuro he sido capaz de ver caminos, cruces, bifurcaciones incluso norias y tiovivos. Nunca hasta ahora se me abría ocurrido ver una simple carretera negra sin final, sin nada en el otro lado, persiguiendo un signo de interrogación que siempre siempre está detrás de tantos puntos suspensivos. Y sin embargo ahora mi destino es solo el asfalto, en el que yo espero, en el que yo pienso, y en el que yo pongo tantos y tantos deseos. Con miedo con ansias y lo que es peor, con la convicción de que esta carretera está en realidad en construcción, y cuando se acabe podremos pasar por ella siempre que queramos, que no habrá que esperar más.


Y sabiendo que lo mío nunca fue la paciencia, me parece increible que siga dándole una oportunidad a un asfalto que aún no conozco; en el que todavía no he puesto los pies las suficientes ocasiones. En un destino gris que puede oscurecer con cada kilómetro y aún creo que merecerá la pena. Esperando que cuando se ponga el sol sobre la carretera, desaparezca esa interrogación agotadora. Soñando esta vez que no me equivoque. Que no me pierda. Que no me confunda de dirección.

Que esto no sea solo un recuerdo más que rememore el año que viene.