lunes, 15 de septiembre de 2008

DISTANCIA

“No es ni regalo ni declaración; solo un guiño para cumplir un único deseo: que sonrías esta noche, y mil más”








Complicado definir la distancia. Los metros que nos separan los unos a los otros; para unos un par de metros pesan una eternidad; para otros mil kilómetros significan sólo una hora de avión y un encuentro inevitable.
Las distancias no son ciertas; solo se crean y se transforman. Solo separan o unen, dependiendo de quien defina cada concepto. No es verdad que estemos separados por el espacio y por el tiempo, realmente estamos sólo a un clik de distancia, y eso no es mucho.

Las distancias no son verdad; el tiempo no transcurre realmente de la forma que creemos; los metros no son una medida exacta; las matemáticas nunca han sido una ciencia para nosotros y los años duran 365 días sólo si nosotros aprovechamos al menos un segundo diario como un algo que recordar.

Cuando era pequeña; una vez en el colegio me describieron identificándome con un astronauta, "porque siempre estaba en las nubes". Supongo que por eso no vivo en tu mismo mundo, pero entre tu y yo nunca ha habido ningún tipo de frontera real.

Nunca ha existido distancia entre nuestros cuerpos, hemos pisado la distancia entre nuestras bocas; y nuestras miradas han chocado tan fuerte, que la distancia no llega ni al click necesario para una nueva comunicación.

Al final lo único que nos separa es lo mismo que nos une: nuestros dedos, a tan escasos milímetros que están siempre a punto de rozarse.

Esta noche soñare una vez más con tus labios besándome, soñaré de nuevo con la cara de niño que pones cuando escribes cada palabra para mí. Cuando intentas hacerme el amor con palabras. Cuando me haces suspirar con un abecedario inventado.

Aunque esta vez sea yo la que te escribo con un único deseo infantil: que sonrías esta noche al saber que inundarás mis sueños una y mil noches enteras. Aunque esta vez sea yo quien te diga que no es necesario que olvidemos todo ni que lo recordemos eternamente.

A sólo una hora de avión. A un encuentro inevitable. A una cita inesperada. La distancia no la da un adios. Los momentos a recordar no existen por la cercanía. Y las palabras a veces valen tanto como parecen.



1 comentario:

Pugliesino dijo...

Bienvenida! al mundo bloger Bea.
Creo que la distancia es lo único del mundo que puede existir y no existir a la vez.
Felicidades por el blog!
Un abrazo